En Colombia, 3,2 millones de personas no tienen acceso al servicio de agua potable
La ministra de vivivienda, ciudad y territorio, Catalina Velasco, participó en la conferencia de las Naciones Unidas sobre el agua 2023, un espacio en el que se compartieron experiencias y retos frente al acceso al agua potable y saneamiento básico en el mundo. Velasco presidió una plenaria sobre el agua y fue designada como relatora general de la Conferencia de las Naciones Unidas.
“En la conferencia expresamos las necesidades que existen en Colombia en inversión y avances tecnológicos para mejorar las condiciones del agua potable a la población que no cuenta con el servicio o lo recibe de forma deficiente”, afirmó la ministra. También resaltó la importancia de la cooperación internacional. “En el país esta cooperación es definitiva para avanzar lo más rápido posible en las soluciones a problemas por falta de agua y saneamiento, que otras sociedades ya superaron, incluso, hace siglos” dijo.
Cabe resaltar que en Colombia, 12 millones de personas tienen acceso inadecuado al servicio de agua potable, esto representa 25 % de la población del país. Así mismo, 3,2 millones de personas no tienen acceso a agua potable, problemática que se incrementa en el sector rural.
Entre otros datos de MinVivienda, cerca de 1,5 millones de personas realizan sus necesidades fisiológicas al aire libre y solo se tratan 52 % de las aguas residuales. Por esta razón, el actual Gobierno se ha comprometido a invertir $1 billón en proyectos de agua potable y saneamiento básico.
Partiendo de esta problemática, la ministra destacó la necesidad de dar valor a la gestión comunitaria del agua y del aprovechamiento de residuos. “Las organizaciones comunitarias surgen en las escalas más pequeñas y en los contextos más difíciles para resolver los problemas propios”, afirmó.
Dio una visión del problema de saneamiento del agua desde una perspectiva estructural, atendiendo a otras causas como la pobreza, la desigualdad, y la exclusión. "En Colombia enfrentamos situaciones críticas de privación en zonas rurales y en pequeños municipios, en comunidades indígenas y afrocolombianas”, puntualizó.
Por eso resaltó que se debe fortalecer la gestión comunitaria como una forma de poder llevar el servicio hasta aquellos grupos históricamente excluidos. “El impulso a la gestión comunitaria a través del tránsito desde la invisibilidad hacia el reconocimiento, la identificación y caracterización de la acción comunitaria ha derivado el diseño de esquemas regulatorios, de supervisión y control, que abren las puertas a los modos de operación alternativos y tradicionales de las comunidades más excluidas”, finalizó.
Fuente: La Republica